jueves, 3 de mayo de 2012

Atardeceres mágicos

Los gauchos

El chamamé, se siente

Es indiscutiblemente la principal representación de la danza y la música correntina, infaltable en cualquier evento o festividad, tanto pública como familiar.

El chamamé es una danza alegre y animada, que merece ser conocida y disfrutada por quienes eligen visitar la provincia de Corrientes.

Este ritmo es un elemento cultural que trasciende la música, ya que se convierte en expresión personal y colectiva.
Cuando alguien puede describir el sentimiento de todos en la música, en la letra.
Entonces brota el sapukay, desde lo más profundo del alma. Las poesías y las temáticas que se describen en las canciones son una clara expresión de la cotidianeidad, del origen y de las tradiciones de Corrientes.
 
Historia del Chamamé

Con epicentro en la provincia de Corrientes, su influencia llega al este del Chaco, norte de Santa Fe y norte de Entre Ríos. El sur de Misiones y parte del este de Formosa, participan de la vigencia del Chamamé.

Antiguamente se relacionaba al Chamamé con danzas cortesanas antiguas, que se bailaban desde la expulsión de los Jesuitas de nuestras tierras correntinas, allí reside el origen del chamamé con la mezcla de las distintas etnias que poblaron Corrientes.

El éxodo de correntinos hacia los algodonales y obrajes chaqueños en busca de mejores condiciones y su posterior afincamiento definitivo, ha provocado un desplazamiento hacia el este del área del Chamamé y prácticamente los estratos populares rurales de las dos provincias que responden a la pauta folklórica guaranítica, son los portadores más importantes de esta expresión del folklore musical.

La proyección del Chamamé en escala nacional producida por una preferencia general hacia los motivos musicales guaraníticos en los medios urbanos, hecho que iniciado hace unos quince años aproximadamente, crece en intensidad, y la difusión de composiciones lírico-musicales inspiradas en los ritmos del litoral podrían provocar consecuencia del movimiento interior-capital-interior, un ensanchamiento o por lo menos una revitalización del Chamamé en las áreas marginales a la región donde tiene su ámbito natural y efectivo, por el prestigio que le otorga la metrópolis convirtiéndola en moda nacional. Nuevamente damos al pueblo y al tiempo la palabra definitiva.

Chamamé Orillero es en el que se notan influencias del tango. Tal hecho ocurre en las periferias de las ciudades del ámbito guaraní.
Chamamé Ganci o Chamamé triste es una modalidad del Chamamé y se caracteriza por su tónica, también se lo denomina Chamamé Canción.
 
 


Otros Conceptos
Si atendemos a su condición de música folklórica, el Chamamé no cuenta con la antigüedad de otras danzas argentinas de esa especie, aunque debemos reconocer que su área de expansión y la penetración en el espíritu de los argentinos es muy superior al de muchas de aquellas.

En sus orígenes, el Chamamé fue una danza rural de pareja, pero la mencionada expansión por toda la zona mesopotámica primero, y por el resto del país luego se produjo también como un género vocal - instrumental.

El Chamamé es hoy, una de las pocas danzas populares argentinas que se baila de manera masiva en todo el país y que nunca ha perdido vigencia.

Su conformación musical hay que ubicarla hacia 1870, cuando en el acordeón de dos hileras de cantos y ocho bajos, conocido popularmente como verdulera, llegó a Corrientes de la mano de los inmigrantes europeos.

Así, y en combinación con la voz humana, el bandoneón, el contrabajo y las guitarras, terminaron por definir el sonido de esta música argentina.
Existen varios tipos de Chamamé, que reflejan a su vez diversos estados emocionales o circunstanciales de sus cultores.

Podemos diferenciar, por ejemplo, el Chamamé Maceta de pulso y ritmo más vivos y habituales en los grupos que tocan en festivales y bailes, del Chamamé Caté, más elegante y en lengua guaraní.

Su origen a través del tiempo

La historia de la provincia de Corrientes se comienza a escribir cuando los conquistadores Alonso de Vera y Hernandarias de Saavedra, fundaron el 3 de abril de 1588, un poblado que bautizaron San Juan de la Vera de las Siete Corrientes.

El lugar al que habían llegado, después de 4 meses de ardua marcha y constante asedio de los guaraníes, pasó a llamarse poco tiempo después simplemente Corrientes.

Los Guaraníes
Además de otras tribus como los Cara Cará y los Charrúas, los Guaraníes fueron el principal grupo indígena que marcó la cultura de Corrientes y la idiosincrasia de este pueblo hasta nuestros días.

Eran hábiles cazadores, pescadores y poseedores de un lenguaje tan rico, que en la actualidad aún se usan algunos de sus vocablos, como por ejemplo: Itatí, Itá Ibaté, Caá Catí, etc.
Las Misiones JesuíticasLos guaraníes hostigaron a los conquistadores durante tres años desde su llegada, pero finalmente el pueblo indígena fue derrotado por Alonso de Vera. Años más tarde, comenzaron las fundaciones de las reducciones jesuíticas, a la orilla del río Uruguay.

En primer lugar se fundó Yapeyú, lugar donde años más tarde nacería el Libertador de América, Don José de San Martín en 1627. Le seguirían La Cruz, San Carlos y Santo Tomé en 1632. Tiempo después, Manuel Belgrano en su paso por Corrientes fundó la ciudad de Curuzú Cuatiá.

Primeros pasos de Corrientes
La provincia se creó en 1814 y se reconoció a la ciudad de Corrientes como su Capital. En 1821, se convirtió en la primera provincia que dictó su propia constitución.

El 28 de diciembre de 1839 el gobernador Genaro Berón de Astrada, autorizado por el Congreso, declara la guerra a Rosas.

Triunfos y derrotas se suceden sin que la provincia de Corrientes provocara la derrota de Rosas, hasta que en 1852 el ejército de Urquiza y fuerzas correntinas, encabezadas por el Coronel Miguel Virasoro, derrotan las huestes rosistas en la Batalla de Monte Caseros.

El 24 de Abril de 1855, se estableció el régimen municipal, se instaló el Congreso General Constituyente, y el 12 de octubre se sancionó la Constitución Provincial.

El 25 de mayo de 1865 se produce la invasión paraguaya, y las milicias correntinas defendieron la provincia con armas compradas por cada combatiente hasta que Buenos Aires envió tropas. Esta guerra se extendió hasta el año 1869.

En 1889, asume a la gobernación Don Gervasio J. Ruiz. Continúan los golpes revolucionarios hasta que sube al gobierno Valentín Virasoro, quien inicia una etapa de sucesiones pacíficas. Mientras que los Partidos Liberal y Autonomista se suceden entre grandes tensiones y luchas políticas.

Desde la segunda mitad del siglo XIX, se fundaron numerosos pueblos y colonias, que poblaron definitivamente la Provincia de Corrientes.